Hay restaurantes a los que no te importaría volver cada fin de semana. Estos restaurantes suelen tener varias variables en común.
La primera variable es la propia filosofía del restaurante: Que el objetivo no sea solo el de satisfacer al cliente sino el de conseguir que vuelva, que repita.
El segundo factor tiene que ver con la voluntad de proponer cosas diferentes, de renovarse, de no quedarse adormilado en eso que ahora se llama la zona de confort.
El tercero depende del talento, de la habilidad de los profesionales para ofrecer platos, cocktails y experiencias auténticas y difícilmente intercambiables.
El cuarto es la pasión. El amor por lo que se hace.
Y como la Picantería de L’Escribà va sobrada de los cuatro componentes, el domingo pasado volvimos para probar su “ceviche-tronic”.
¿Que qué es el “ceviche-tronic” de La Picantería? Pues un festival de ceviches marinados con cócteles y ambientados con música electrónica. Dicho de otra forma, la estrategia de este restaurante para que los domingos parezcan menos domingo.
Entramos y en seguida nos muestran su carta de cocktails. Como buen local peruano, no faltan los piscosour, pero también hacen bebidas con cachaça, tequilas y micheladas… Resulta imposible no empezar con un cóctel, ya que los bartenders del restaurante, en este caso Luigi, los hacen ante nosotras con suma delicadeza y esmero.
Para comer, tenemos claro que vamos a pedir un “ceviche-tronic”. Cada domingo cambian la propuesta porque la creatividad rebosa la cocina y el equipo de cocina, con el peruano Adriel García a la cabeza, no está dispuesto a aburrirse (ni a aburrir) haciendo siempre lo mismo. Así que probamos un ceviche clásico, un ceviche de coral de gambas y un ceviche de calamar con leche de pantera, que se hace con conchas negras, un molusco muy típico del norte de Perú.
¡Mirad la pintaza que tienen los tres ceviches!
Y lo mejor de todo es que son sabores nuevos difíciles de encontrar en Barcelona, recetas que Adriel García recuerda de Perú combinadas con ideas que van surgiendo en la cocina del restaurante.
Después nos traen otro plato que no conocíamos, un dúo de causas. La causa es un plato típico de la gastronomía peruana que se elabora sobre la base de patata y puede llevar diferentes ingredientes, como atún, pollo o marisco. Se suele servir con un ligero baño de mayonesa.
En La Picantería los hacen de ají amarillo con tartar de atún, aguacate e hilos de boniato, como veis a la izquierda, y de remolacha con pulpo a la robata y mayonesa de kalamata, como veis a la derecha.
¡Nos encantan!
Seguimos probando cosas nuevas, porque La Picantería, pese a que en esencia es un restaurante peruano, tiene platos de otras gastronomías, como la asiática, la brasileña y la mexicana.
Por eso nos traen también un bao de ají de gallina, suave y picantito a la vez…
y estos torreznos brasileños con mermelada de guayaba y cebolla encurtida.
Acabamos con un postre brasileño, esta empanadilla de plátano con helado de vainilla, un dulce muy típico en las calles de Brasil.
La Picantería abrió hace tres meses y es una de las apuestas de Joan Escribá y su mujer, Mariana Silveira, por diversificar su negocio y no apostarlo todo a sus famosos restaurantes de verano: El Xiringuito de L’Escribá y La Guingueta.
Escribá y Silveira no paran: Además de La Picantería, acaban de abrir un restaurante de arroces y cocina mediterránea en Tokio y ultiman la carta de un nuevo restaurante de plancha teppanyaki, también en Poblenou.