“Pies para qué os quiero, si tengo alas para volar”.

Por frases como ésta, que tan bien reflejan su vida y su personalidad, la pintora Frida Kahlo es uno de los mitos más importantes de la cultura mexicana. Su obra, y sobre todo su imagen, ella misma, son uno de los símbolos mexicanos más reconocibles en todo el mundo.

Un símbolo que preside, junto al actor Cantinflas, una de las paredes de la taquería barcelonesa La Hacienda.

Se trata de inmensos murales que han convertido este restaurante en todo un homenaje al muralismo mexicano, un movimiento artístico que surge en México a partir de 1910 con la idea de socializar el arte, haciéndolo más visible y popular y sacándolo de los museos, y de defender el legado indigenista del país norteamericano.  

Diego Ribera, protagonista de una tormentosa historia de amor con Frida Kahlo es, precisamente, uno de los mayores exponentes del muralismo mexicano.

Como buen homenaje al muralismo, en La Hacienda dedican pinturas no solo a Frida Kahlo y a Cantinflas sino también a la vida en el campo y a los pueblos prehispánicos.

Solo por estos murales ya vale la pena visitar La Hacienda, un local en el que, además, se pueden degustar los platos más tradicionales de la cocina mexicana, como quesadillas, burritos, enchiladas o tacos. Nosotras probamos unos tacos tinga de pollo y unas alitas extrapicantes y nos pedimos una michelada, el combinado de cerveza con salsas picantes que tanto nos gusta.

Os hablamos de La Hacienda de la calle Valencia, pero hay dos más en El Born, una en  la calle Princesa y otra en la calle Rec. Os dejamos la ubicación de las tres, porque por lo que nos han contado las tres tienen una decoración espectacular.