Lo primero que llama la atención del restaurante El Trapío de Sant Gervasi (justo al lado de la clínica Teknon) es la casita que lo acoge, una torre modernista de 1880 convertida en restaurante hace casi 40 años por Juan Sagnier, un amante del mundo de los toros que decidió bautizarlo con este nombre tan taurino. Por lo visto (nos acabamos de enterar) la palabra “Trapío” proviene del mundo taurino. Que un toro tenga trapío quiere decir que tiene buena planta y gallardía…
Y no podemos negar que el restaurante El Trapío tiene, también, buena planta. Su terraza, con un estanque con peces y nenúfares y cientos de macetas con plantas y flores, es parte del encanto de un restaurante que tiene, además, una buena cocina, basada en la gastronomía tradicional mediterránea. Un restaurante perfecto para una cena romántica o para una comida familiar (de esos restaurantes que suelen gustar a las madres 😉 ).
De lunes a viernes tiene un menú diario a 24,90 euros que pudimos probar la semana pasada. Nos gustó mucho la crema.
Y la suprema de lubina a la plancha con espárragos trigueros y jugo de romesco estaba deliciosa. Chapeau por su jefe de cocina, Vicente Espinoso.
Probamos también las virutas de foie de pato curado en Sal Marina.
El restaurante, como es de esperar tanto por la ubicación como por el espacio como por la materia prima con la que trabaja su cocina, no es barato.
Por eso están promocionando un menú nocturno (de lunes a sábado) llamado “Noches de picoteo”. Cuesta 39 euros y contiene varios sabrosos platos para compartir: Burrata con tomate y aceite de albahaca, buñuelos de bacalao caseros, crema de patatas – parmentier – con pulpo y aceite de trufa, pastel de puerros con salsa de ajos tiernos, revoltillo de setas y espárragos trigueros, rape en suquet, solomillo ibérico con salsa gorgonzola y fresones a la menta con helado de mojito tarta sacher y panacotta de café.
Os dejamos la ubicación.