Si buscáis un buen restaurante mexicano en Barcelona, un mexicano que esté «padrísimo», apuntad éste: El mexicano de Barcelona, en Villarroel 233.
Es un local pequeño, austero y simple que ofrece los platos más típicos de la rica y variada gastronomía mexicana, gastronomía declarada, por cierto, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010. Pues bien, El Mexicano de Barcelona es un buen lugar para entender el porqué de esta declaración.
La noche en que fuimos estaba lleno… primera buena señal.
Éramos cinco y pedimos seis platos para compartir. Por si este dato resulta importante, y pese a que en los fogones de este restaurante hay un chef mexicano, cabe decir que la comida no es nada picante.
Empezamos con unos nachos “El Mexicano”: Nachos tradicionales con un toque especial de guacamole y pollo.
Seguimos con unas flautas de pollo: Tacos dorados de pollo con guacamole, salsa de tomate, nata y queso fresco.
Fans como somos del ceviche, teníamos que probar cómo lo hacían aquí: Mero macerado en limón con tomate y cilantro al estilo Acapulco. A diferencia del ceviche al estilo peruano (que es la receta que mayoritariamente reproducen los restaurantes en Barcelona), el ceviche mexicano lleva bastante tomate, cilantro, chile verde y aguacate. ¿El resultado? Buenísimo.
Probamos también el alambre de pastor (cerdo adobado). Te lo sirven ya fuera de la varilla de alambre que da nombre al plato y acompañado de tortillas para que tú mismo te hagas los tacos. Se dice que los tacos de pastor, que es la variedad de tacos más popular en buena parte de México, tienen su origen en el shawarma que preparaban los libaneses que emigraron a México. Cosas del mundo global…
La Gringa: Sincronizada de carne al pastor con queso gratinado, una especie de quesadilla que nos encantó.
Cochinita Pibil: Pierna de cerdo adobada, marinada en achiote y naranja, servida con frijoles y puré de patata. La cochinita pibil es una receta muy típica de la gastronomía yucateca. Se basa en cerdo macerado en achiote (una especia caribeña) y asado durante bastante tiempo. También estaban muy buenos.
Acabamos con un postre poco mexicano y muy estadounidense, pero que siempre es un buen cierre: Brownie de chocolate.
Pagamos 21 euros por persona y lo disfrutamos, así que os dejamos la ubicación.