Aún no conocemos la Patagonia. Algún día no muy lejano visitaremos Bariloche, nos haremos fotos frente al glaciar Perito Moreno y comeremos un asado argentino rodeadas de gauchos, pero hasta que ese día llegue nos tendremos que conformar con acudir a alguno de los muchos y buenos restaurantes argentinos que hay en Barcelona.
Es lo que hicimos la semana pasada. Elegimos, en esta ocasión, un restaurante argentino que conocemos bien: El Ushuaia de Castelldefels, restaurante que toma prestado el nombre de la que se considera la ciudad más austral del mundo, una población de unos 60.000 habitantes capital de la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo sur de la región patagónica.
La carta del Ushuaia es la que se espera de un restaurante argentino: ensaladas, provolone y empanadas como entrantes y mucha carne para rematar la faena. Para los menos carnívoros, platos de pasta. Tienen parrilladas de carne con chorizo y morcilla, tal y como mandan los cánones de las parrilladas argentinas más tradicionales, y algunos de los cortes más habituales en el país andino, como la tira y el vacío.
Tras una ensalada de tomate, atún y cebolla, pedimos unas costillas de cordero. Estaban tiernas y jugosas. Muy buenas.
También probamos la tira, servida con chimichurri, salsa de origen rioplatense elaborada a base de aceite, sal, vinagre, ajo, ají seco molido y hierbas aromáticas. Como curiosidad, dejadnos que os contemos de dónde viene la horrorosa palabra chimichurri: Y es que, según dicen, esta salsa la inventó un tal James Curry. Unos dicen que esta palabra viene de la deformación de Jimmy Curry, y otros que viene de «give me the Curry».
Curioso esto de las etimologías, ¿verdad?
Os dejamos la ubicación del Ushuaia:
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