Este finde hemos salido de Barcelona. Hemos desayunado en Tailandia, la comida la hemos hecho en Perú, la merienda en Japón y a la hora de la cena ya estábamos en México. ¿Qué os parece nuestra vuelta al mundo? Chula, ¿verdad?
Chula y con un toque de ciencia ficción… Porque lo que en realidad hemos hecho ha sido dar una vuelta al mundo… gastronómico…. en unos 80 minutos (o algo más). Dicho de otra manera, hemos ido a Castelldefels a comer al Casanova Beach Club, un clásico del verano castelldefense que es mucho más que un restaurante de temporada. Porque en el Casanova Beach Club vale la pena comer siempre, independientemente de los grados que haga en el exterior.
La culpa de ello la tiene su cocina, de donde salen auténticos regalos culinarios. Restaurante especializado en muchas y variadas cosas, y eso es muy difícil, su carta puede contentar tanto a los más clásicos (gran surtido de arroces, pescados y carnes a la brasa) como a los más inquietos (con su surtido de platos internacionales, básicamente asiáticos). Y eso también es muy difícil.
Nos apeteció probar algunos de los platos de la sección de la carta “La vuelta al mundo en 8 platos” y maridarlos con un Azpilicueta (Rioja tinto) que nos sentó de maravilla.
Empezamos, ya os lo adelantábamos, degustando un plato clásico tailandés: Curry rojo de langostinos, vegetales, aroma de kefir y citronela. Muy, muy bueno. Un plato, por cierto, candidato a ser elegido el mejor plato del mes de febrero por nuestra web.
Seguimos con una especialidad peruana: ceviche de corvina con naranja, lima y aguacate. Muy, muy bueno, también.
Seguimos con unos tacos mex de carrillera con piña, cilantro y salsa sriracha.
Y cerramos el paseo con unos gunkan de tartar de salmón con salsa de mango, aguacate y huevas de trucha de río.
Éramos dos y la cuenta subió a 69 euros. ¿Lo pagamos a gusto? Pues sí.
Y no, no tiene mal gusto el delantero blaugrana Luis Suárez, que en esta temporada ya ha invitado a cenar en este restaurante a toda la plantilla del Barça en dos ocasiones: La primera para celebrar la Bota de Oro que consiguió por ser el jugador de todas las ligas europeas que más goles marcó; la segunda por su cumpleaños.