El camboyano Ly Leap es algo más que un chef y un restaurador visionario. Aficionado a la botánica, a la Medicina, al interiorismo, jardinero, florista, Ly Leap condensa todas estas aficiones en su restaurante Indochine de la calle Muntaner (que fue su segundo restaurante en Barcelona, inaugurado en 2009, tras el de Aribau).

El resultado causa impresión tanto por el entorno en sí (700 metros de local que simulan una selva del Sudeste asiático) como por la carta, resumida en dos menús degustación (el corto de 41,50 euros y el medio, con dos platos más, de 49,50 euros) que permiten probar un poco de todo e invitan a acomodarse para asistir a un espectáculo.

Porque el Indochine es, ante todo, un espectáculo y, ¡atención románticos!, uno de los restaurantes más bonitos de Barcelona para celebrar una noche especial. 😉

Lo es por su decoración: Cascadas de agua, un estanque con peces bajo las mesas, bambúes, parqué de teca indonesia, tallas de madera, una barra de tamarindo, una cabaña de madera transportada pieza a pieza desde Tailandia…

Y lo es también por sus platos: Sorprendentes, arriesgados, bonitos.

Sentarse en una mesita baja del Indochine (al nivel del agua del estanque) es predisponerse a dejarse sorprender. Cada uno de los ocho platos de los que se compone el menú corto tiene una presentación y un emplatado diferente que sorprende: Desde la espectacularidad de la flor de crisantemo que abre el menú hasta la sopa con ocra que hay que machacar y que cierra, junto al arroz, el visionado de exquisiteces.

Aunque tienen carta, es habitual en el Indochine probar uno de sus dos menús degustación (que incluyen prácticamente todos los platos de la carta). El camarero nos recomendó que escogiéramos el menú corto y nos predispusimos a probar sus ocho platos, que os detallamos a continuación:

Flor de crisantemo, pasta crujiente con langostino rebozado en sésamo tostado y corazón de salsa de ciruelas.

Rosa del desierto rellena de carne, gambas y hierbas al vapor con salsa de soja dulce.

Carré: Verduras entre dos texturas de arroz, vapor y crujiente, y un toque de menta.

Ensalada de pulpo con micro mézclum y coulis de mango.

La luna que se va: Langostinos picados y ligeramente acidificados con citronella.

Pollo adobado con especias y cocinado a baja temperatura. Acompañado de micro verduras fermentadas.

Sopa khmer con ocra, el fruto del hibisco amarillo.

Arroz verde

El menú medio suma, a estos ocho platos, dos más: Ternera macerada con tres hierbas medicinales, citronella, galanga y cúrcuma y cerdo lacado a las cinco especias con salsa de tamarindo sobre un nido de tirabeques

De postre, crema tibia de coco con mango fresco.

Lo dicho, un espectáculo que vale la pena conocer. Nosotras queríamos hacerlo desde que Jordi Planas (el “chef” más famoso de la tele catalana) nos lo recomendó en esta entrevista que le hicimos. Gràcies, Jordi, per la recomanació!