“¿Para qué vamos a controlar la gula con lo divertido que es pecar”?, se pregunta el restaurante Tingana en su foto de portada de Facebook.
Y por esta apuesta friendly, un poco al estilo “buenrollista” de Mister Wonderful, teníamos ganas de cenar en este nuevo restaurante de Enric Granados (abierto en mayo de este año).
El local es divertido (maderas, metal, estampados y un pequeño jardín vertical) e informal, muy adecuado para cenas de grupos, ya que además tiene un reservado.
Su carta está en constante evolución: En los meses que lleva abierto ha destacado por sus tapas basadas en productos frescos del día. Cocina de mercado con un toque internacional y creativo.
Nosotras empezamos con unos montaditos de steak tartar.
Después nos tomamos una ensalada de queso de cabra. El queso estaba muy bueno, cremoso y fino, nada empalagoso.
Seguimos con unas croquetas de pollo asadao e ibérico.
Después probamos el cebiche de corvina.
Y acabamos con unos huevos con aceite de trufa. Cabe decir que el olor a trufa se notaba en todo el restaurante, así que no pudimos evitar probarlos.
De postre, nos recomendaron un cheesecake con Nutella. Y claro… No pudimos decir que no…
Nos faltó por probar el rissoto con parmesano, que al día siguiente una amiga que ha ido varias veces nos dijo que era su mejor plato. Además, hacen un show cooking al servirlo… Queríamos probarlo, pero éramos dos y había que pedir dos platos, con lo cual no habríamos podido probar muchas tapas más.
Con esta propuesta, el Tingana se ha hecho ya un hueco en medio de la competitiva oferta de Enric Granados. Es sin, duda, un buen paso previo antes de explorar la noche más cercana (Bling Bling, Luz de Gas…).
Ahora, el próximo reto que se han fijado los creadores del Tingana es llenar a mediodia. Para ello ha diseñado un menú a 14,95 euros (con bebida y postre o café) que cambia cada semana y que se basa en productos frescos y platos tradicionales con un toque nuevo. Aquí os dejamos el menú y la carta.
“La mejor prueba de amor es compartir el postre”, concluyen, al más puro estilo Mister Wonderful del que hablábamos, en la propia carta.
Así que ya sabéis…
¡A pecar tanto como queráis! O podáis…
Estamos en Facebook. ¿Nos sigues?