Barrio acomodado, serio y tranquilo –para lo bueno y para lo malo-, no abundan en Les Corts –y eso no quiere decir que no existan- los bares y restaurantes con una propuesta gastronómica y experiencial diferente. El Tap, que ya muestra originalidad desde su mismo concepto (se define, simplemente, como “Public House”, nada de bar ni restaurante), abrió puertas hace poco más de una año en la calle Costança 8, bien cerquita del Centro Comercial L’Illa, aprovechando el local que dejó al cerrar uno de esos bares que ofrecen lo mismo que el resto de los bares, en el mismo ambiente que el resto de los bares y al mismo precio que el resto de los bares.
El Tap, por lo tanto, representaba aire fresco en el barrio. Aire fresco por su cuidada decoración y ambiente, por su excelente café, por su amplia carta de cervezas artesanas y por su creativa cocina. Con una carta de cervezas artesanas más extensa que su carta de platos, El Tap es un lugar perfecto al que se le puede dar distintos usos: Lugar ideal para un tranquilo café mientras se lee el periódico (creo que tienen uno de los mejores cafés de la zona), para un afterwork (por su extenso surtido de cervezas artesanas), para un menú de mediodía (tienen muy buena pinta, pero no los hemos probado), para unas tapas mientras juega el Barça (tienen una buena pantalla) o para una cena degustación probando cosas diferentes.
Recomendamos, aunque parezca un plato simple, sus sabrosísimas croquetas de carn d’olla y ceps y sus originales patatas bravas al estilo rústico, un buen aperitivo antes de un plato que nos encanta: Su cazuelita de queso.
Vamos a El Tap con asiduidad, así que volveremos a probar otros de sus platos más destacados: el slow pollo y el hummus con guacamole. Si queréis ir, no reservan y el local es pequeño, así que id pronto.
Y ahora, como sabemos que hemos empezado el post con una frase polémica “No abundan en Les Corts los bares y restaurantes con una propuesta gastronómica y experiencial diferente” os invitamos a que nos desmintáis recomendándonos bares y restaurantes creativos en el barrio. ¿Quién empieza? 😉